@gomezlovera

Fotografías de dos ciudades

Los humanos tenemos una extraña fascinación por registrar cosas y momentos, así como por llamar la atención. Bajo los estándares de la cultura digital de nuestra generación es posible preguntarnos si realmente experimentamos algo si no tenemos algo que lo demuestre.

Pics or it didn’t happen.

Por eso, en mi reciente viaje a Londres y París ese afán por registrar y compartir llevó a que atascara Instagram de fotografías de los lugares que visite. Me pareció que era la mejor manera porque escribir sobre el viaje hubiera sido muy extenso y hacer uso del video no es mi fuerte.

Previsor como soy, en mi mochila de viaje cargué con mi Nikon D3100, una GoPro HERO3 y mi humilde iPhone 5s con su Olloclip de cuatro lentes.

¿La lección? Para un viaje donde ir ligero es lo más práctico y no estás tomando fotos que busquen un Pullitzer (y ni tienes la educación técnica para hacerlo), tu teléfono es más que suficiente. Pero creo que más allá del iPhone, el gran ganador del viaje fue el Olloclip.

Es un parote.

Permítanme explicarme. El Olloclip es un pequeño artificio que se pone en la esquina donde está la cámara del iPhone y te ofrece cuatro lentes: gran angular, ojo de pescado, macro 10x y macro 15x. Particularmente el gran angular, que te da (valga la redundancia) un ángulo más abierto de la toma, fue el más útil. Mientras veías a otros turistas batallando y haciendo poses raras o retrocediendo demasiado para que en su teléfono o cámara cupiera todo un monumento, con el Olloclip no batallaba.

Repito que aunque me gusta tomar fotos, jamás he tomado una clase formal. Sé lo básico de tomar fotos con una cámara reflex y para los encuadres y composición voy con lo que me dice mi intuición. Por eso fui muy feliz cuando una persona que tiene conocimiento sobre fotografía, y respeto y admiro mucho me dijo que nunca pensó que tuviera “esa gran composición óptica”.

Seguramente serán las fotos de Instagram más caras que tome en mi vida, pero más allá de eso o hacerlo por los likes, realmente fue una manera de compartir con mi familia y amigos un viaje que empezó como un loco sueño y que al final se cumplió.

¡Por Dios! Mis papás abrieron cuentas sólo para verlas.

En fin, aquí les dejo algunas de las que más me gustaron a mí y mis seguidores.

(Y obviamente, síganme)