Cuando era joven, ingenuo e idealista acostumbraba escribir cada cumpleaños una especie de recuento sobre las cosas que había considerado importantes en mi vida durante los últimos 365 días.
Hace algún tiempo que no lo hago.
Ahora que soy menos joven, ingenuo e idealista, me gustaría retomarlo, pero con un pequeño giro. Ese cliché editorial de “las 25 cosas que debes saber” (por eso de que cumplo 25), pero sin el debes saber como obligación.
Simplemente son cosas que he aprendido en estos años, que no pretendo imponer sobre nadie, y de las cuales cada quien puede tomar lo que les convenga.
- Agredece a quienes te han criado, porque el esfuerzo ha sido enorme. Por lo menos respétalos y dales el lugar que merecen, si es que no te caen bien. Eres lo que eres en buena medida por ellos.
- Las calificaciones importan, excepto cuando ya no importan; y esto viene de alguien que siempre las cuidó. Te ayudarán en tus primeros empleos y para seguir hacia un posgrado, pero no les des más importancia de lo que merecen. Lo que realmente importa es saber trabajar.
- Haz las cosas bien y a la primera. No siempre saldrán como quieres (o como deben ser en el primer intento), pero el esfuerzo por hacerlo lo mejor posible es indispensable en todo momento de tu vida.
- Y no tengas miedo a equivocarte. Vas a fallar tarde o temprano; vas a caer y te van a arrastrar. Hay quienes dicen que a veces se gana y a veces se pierde, pero creo más que a veces se gana y otras, se aprende.
- Nunca tienes suficientes libros. Nunca. Hasta el día de hoy es la única cosa en la que no me duele gastar y hago lo imposible por conseguir un libro que quiero, así no tenga dinero.
- Es bueno estar solo, pero sin exagerar. Tómate algunos minutos (u horas) a la semana y aprende a estar contigo mismo. Reflexiona y aprende de ti mismo.
- Y eso es porque la gente entrará y saldrá de tu vida, pero al final siempre vas a estar contigo y debes aprender a aceptarte tal cual eres. Y si hay algo que no te gusta y lo puedes cambiar, hazlo.
- Pero también debes apoyarte en los demás. Es indispensable tener a alguien con quien puedas igual hablar horas o estar ratos enteros sin decir una palabra y estar cómodos. Los amigos son clave (y aquí meto también a los hermanos).
- Y aprende a tratarlos bien. Da lo que esperas recibir.
- Cuida tu salud antes de que sea demasiado tarde y aprende a estar al pendiente de ella. A veces pensamos que por ser jóvenes no va a pasar nada, pero siempre existe la posibilidad. Mi mejor consejo sería hacerte un chequeo general una vez por año.
- Y hablando de salud, cuando empieces a trabajar, en lo primero que debes gastar es en un seguro de gastos médicos mayores porque nunca sabes cuándo lo podrás necesitar. Claro, está el seguro social, pero… mejor tener algo menos saturado a la mano. Aunque cueste.
- No tengas miedo a amar a quien quieras, sea hombre, mujer, feo, chaparra, les parezca “chistosa” a los demás o no les caiga bien. A final de cuentas el que debe estar feliz eres tú.
- Y si a alguien no le gusta, tampoco tengas miedo a sacarlos de tu vida. Alguien que no se alegra por tu felicidad es alguien que no vale la pena.
- A veces te romperán el corazón, es inevitable. No te cierres, será difícil. Llora la pérdida (o la oportunidad perdida) el tiempo que necesites y luego sigue adelante.
- Y seguramente también te tocará romper corazones. Está bien, está bien saber qué es lo que quieres (o lo que no), pero por favor no seas un cabrón.
- Habla de frente a los demás, siempre di lo que piensas y no mientas. La honestidad es la base de cualquier relación, ya sea familiar, amistosa, laboral o amorosa.
- Si alguien ha confiado en ti, nunca traiciones esa confianza. La confianza es algo que tarda años en construirse y segundos en perderse, y una vez que eso pasa, las cosas no serán como antes.
- Cree en algo, ya sea un dios o un bien superior o una sociedad mejor. Es indispensable que lo que sea que hagas con tu vida sea para mejorar a los que te rodean, lo que al mismo tiempo te hará mejor a ti. Nunca lo hagas sólo por ti.
- Y está bien cambiar en lo que crees si no te llena, si es producto de una profunda reflexión y continúas la búsqueda de algo que te llene para poder cumplir con ese objetivo de dejar una huella en este mundo.
- No hay mejor manera de descubrirte a ti y al mundo que viajar. No te digo que recorras el mundo, pero sal de la ciudad o la rutina donde vives.
- Nunca dejes de aprender, sé curioso. Podrás haber elegido un área de estudio para tu vida profesional, pero nunca dejes de interesarte por otros temas que te llamen la atención y dedica tiempo para aprender de ellos por tu propia cuenta.
- No dejes que se te impongan estereotipos sociales. Ni cocinar es sólo de mujeres, ni jugar futbol es exclusivo de hombres.
- No intentes imponerte sobre los demás, siempre debes estar abierto al diálogo. Seguro te encontrarás con gente que no piense como tú y siempre perderá el intransigente.
- Admira a alguien y aprende de él, pero no lo idolatres.
- Y escribe. Años de blogging me han enseñado que escribir es una manera de influir en las personas y es la mejor manera de entrenarte para enfrentar la crítica, generar diálogo y fortalecer tus creencias.